Vuelve septiembre y tras los meses de verano, parece que todo vuelve un poco a la normalidad. Los niños regresan a los colegios y los adultos damos por terminadas las vacaciones estivales. Una de las actividades que hemos dejado de lado durante el verano, el gimnasio, vuelve a nuestra mente con fuerza. Atrás quedan unos meses de relax, de las temidas barbacoas, fiestas y otros excesos que quizá hayan hecho que terminemos el mes de agosto con unos «kilitos de mas».
Hay que ser muy conscientes de que nuestra vuelta al gimnasio no puede estar al mismo nivel que en los meses de abril o mayo; cuando estábamos al 100%. Lo ideal es volver de forma progresiva, tomando contacto poco a poco de nuevo con la actividad. Nuestros músculos deben ir acostumbrándose de nuevo a la actividad física, pero hay que minimizar el riesgo de sufrir alguna lesión.
Consejos o tips para la vuelta al gimnasio
- Vuelve al gimnasio poco a poco. Después de unas largas semanas de vacaciones no hay que volver al gimnasio de golpe. El primer día puedes empezar haciendo unos 15 minutos e ir poco a poco incrementando los minutos conforme pasan los días; hasta llegar a tu tiempo anterior a las vacaciones.
- Acude con regularidad. Una vez has vuelto, debes mantener una misma frecuencia. Una, dos o tres veces a la semana, como prefieras, pero con constancia. Más vale que vayas pocos días a la semana que todos los días la primera semana y luego te pases meses sin ir. Dicen que el ser humano necesita repetir algo 20 días para que sea una rutina.
- Trabaja cardio, resistencia y flexibilidad. Tu plan de ejercicios deben contener rutinas de trabajo que te ayuden a mejorar la resistencia cardiovascular, la flexibilidad de las articulaciones y la resistencia. Es muy importante para evitar las lesiones y muy recomendable para la vuelta al gimnasio después de unos meses sin ir. Para ello puedes ayudarte del personal del gimnasio, que seguro pueden darte una tabla de ejercicios a medida para tí.
- No te olvides de los estiramientos y calentamientos. Son parte fundamental del ejercicio, sobre todo ahora que tus músculos han perdido elasticidad. Así evitarás sustos en forma de lesiones.
- Escucha a tu cuerpo. Si tu cuerpo un día te pide que no hagas nada, para, tómate ese día de descanso.
- Si te da mucha pereza acudir al gimnasio solo, puedes apuntarte a clases o bien acudir en compañía de algún amigo o amiga. De esta forma te será más fácil motivarte.
¡Ya lo sabes! Empieza la vuelta a la rutina con pequeños ejercicios y ya verás cómo poco a poco acabas consiguiendo la figura que deseas. ¡Tú puedes!